A veces, el abuelo nos hace reír, dice cosas muy graciosas, la mama se enfada, porque cree que nos burlamos de el, pero yo no me burlaría nunca de el, el es mi abuelo, lo que me hace gracia es las cosas que dice, el también se ríe ahora mas, como si en su interior alguien le hubiera contado un chiste.
“Esta enfermedad es por si muy depresiva para quienes conscientemente la vivimos, para los testigos de la decadencia de un ser querido, lo mires por donde lo mires, es triste , deprimente, no solo para el enfermo que la padece, sino quien cuida de él...
Y el sentido del humor, ayuda en esta enfermedad. Hay quienes nacen con él, otros, puede que tomen de pronto la decisión de ser más alegre por vicisitudes de la vida. Es como si se diesen cuenta de algo que no quisieran y, de pronto, a medida que la enfermedad avanza , ellos entre despistes y falta de memoria, nace en su interior una nueva persona que bromea para pasar desapercibido entre tanta decadencia y reírse, ahora si, pero con amargura interna, de su propios olvidos
Reír por reír, hay algo más sano, que reírse de uno mismo y casi de todo cuanto te rodea, por aquello de que «para qué tomarse la vida en serio si no vas a salir vivo de ella»…."
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